Un proyecto transformador ejecutado en Medellín que buscó mejorar la nutrición y el desarrollo integral de 420 niños y niñas a través de una alimentación balanceada y un seguimiento nutricional personalizado.
Medellín enfrentaba un desafío significativo en términos de nutrición infantil, con una alta prevalencia de desnutrición crónica que afectaba el desarrollo integral de los niños en situación de vulnerabilidad.
El proyecto se desarrolló en Medellín, departamento de Antioquia, Colombia, beneficiando directamente a 420 niños y niñas, e indirectamente a 400 familias en zonas de alta vulnerabilidad social.
La ciudad presentaba un 58.6% de su población menor de seis años registrada en el Sisbén, evidenciando una alta vulnerabilidad socioeconómica que impactaba directamente en la nutrición infantil.
La región enfrentaba desafíos en los hábitos alimentarios y el acceso a una nutrición adecuada, requiriendo un enfoque integral que incluyera educación nutricional para las familias.
El proyecto, ejecutado en 2012, implementó un programa integral de nutrición que proporcionó el 75% de los requerimientos nutricionales diarios a través de una alimentación balanceada y nutritiva, complementada con seguimiento personalizado del estado nutricional de cada beneficiario.
Se estableció un sistema de seguimiento nutricional personalizado para cada niño, permitiendo monitorear su progreso y ajustar las intervenciones según necesidades específicas.
Se desarrollaron programas de capacitación en nutrición y alimentación saludable para las familias, promoviendo mejores hábitos alimenticios en el hogar.
El programa no solo se enfocó en la nutrición, sino también en el desarrollo físico y cognitivo de los niños, asegurando un crecimiento saludable integral.
El proyecto logró establecer un modelo exitoso de intervención nutricional que no solo mejoró la alimentación de los beneficiarios, sino que también sentó las bases para un desarrollo saludable a largo plazo.